
El gato Tato, corriendo, saltó sin mirar cayendo en un espino.
- ¡Ay! mis costillas, ¡ay! esto si que duele. ¿Quién sería el que me cambió el tejado de lugar?
Y Tania, la zurikata, vigilante y mesurada como de costumbre, apostada en un monticulo, severa le reclamó:
- ¿Por qué eres tan descuidado gato Tato? Mira bien antes de actuar y no eches a otros la culpa de tus decisiones. Cada uno elige que camino tomar, ya el bueno o ya el malo y espinoso.
EL CONFIADO ES IMPRUDENTE, SE CREE LISTO Y ES VICTIMA DE SUS PROPIAS ACCIONES.

Davi Seshen, 2009
De verdad que cuando uno es confiado comete muchos errores.
ResponderEliminarmaravillosa historia.
gracias.
Eso que le paso al gato Tato nos pasa a nosotros muchas veces.
ResponderEliminarMuy bueno y formativo el mensaje.
JULIETH REYES DICE:
ResponderEliminarIGUAL QUE AL GATO TATO NOS HA PASADO A NOSOTROS , POR ESTAR JUGANDO Y CONFIADOS , NOS EQUIVOCAMOS Y BUSCAMOS ECHARLE LA CULPA A LOS DEMAS .
GRACIAS POR LA ENSEÑANZA