viernes, 9 de octubre de 2009

COSAS DE LA VIDA



El sol se encontraba a mitad de la mañana, cuando al divisar un conejo saliendo de su casa, un halcón peregrino exclamó:


- Esto es pan comido, hoy almorzaré temprano.

Y se precipitó veloz como una flecha en aterrador descenso, con la mirada fija en su presa blanca; pero el inoportuno Eolo, el viento, juquetón como un chiquillo, se atravesó en su camino, cegándolo con el polvo y las hojas secas que súbitamente arrastró desde el suelo y el invencible cazador erró su tiro.



HASTA AL MEJOR CAZADOR SE LE PUEDE ESCAPAR SU PRESA.

Podemos y debemos aprender de nuestros aciertos, pero también podemos y debemos aprender de nuestros desaciertos.

Autor: Davibau, october, 2009

2 comentarios:

  1. Este bonito cuento noslleva a reflexionar como a ratos nos sentimos como alcones sobrados y confiados, cuando un porrazo nos hace aterrizar. La humildad siempre es la mejor consejera.

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  2. son estos los cuentos que nos hacen mirar un poquito nuestra vida, y darnos cuenta que no debemos ser tan confiados. Cuando nosotros pensamos todo es perfecto pero la vida misma se encarga de hacernos entender que no todo lo tenemos bajo "CONTROL"

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